Siempre las palabras vacías y sin sustancia forman más ruido que las inteligentes y sensatas. Aprende a distinguirlas.
No pierdas excesivo tiempo en intentar convencer a quien de ninguna manera consentirá ser convencido.
Pon a prueba a los que dicen o aparentan ser tus amigos, especialmente si se benefician de tu amistad. Y acepta solamente a los que te demuestren que lo son con hechos, no con palabras.
Del árbol de la vida penden frutos variados: unos dulces y otros amargos, unos saludables y otros dañinos. Escoge bien y no te equivoques, pues de tu elección dependen tu triunfo o tu tragedia.
Sé humilde, comprensivo y tolerante, pero no tanto como para no defender tus ideas y tus sentimientos cuando son atacados.
Si tienes poder, no confíes en tu pandilla de chivatos ni en tus repartidores de consignas. Cuando no tengas con qué pagarles, no te conocerán, y alguno te traicionará.
El olvido es la medicina que cura las heridas del corazón.
No son lo mismo los cometas que las estrellas. Los cometas brillan mucho, pero son fugaces; las estrellas no lucen tanto, pero permanecen. Hay personas cometas y personas estrellas. No los confundas.
El impetuoso e irascible Aquiles tenía la virtud de la valentía. Por eso su nombre es recordado todavía y nadie sabe nada de aquellos que lo vieron pasar asomados a las cómodas ventanas de sus casas.
El buen humor es el aceite y la sal en la ensalada de la vida.
Vamos, levántate. Ha llegado el momento de partir cada uno en busca de sus propios horizontes. Os espera un mundo al que hay que convertir con la palabra y con el ejemplo. Tus amigos ya tienen la lámpara encendida y la mochila llena de emociones imborrables. Llevan la primavera en los ojos y la fe en el corazón. Sonríe y echa a andar. Sobre el cansancio está la esperanza, sobre la esperanza, la estrella, y sobre la estrella, Dios.
El bien vencerá al mal; la luz, a la oscuridad; el amor, al odio; la verdad, a la mentira; la vida, a la muerte. Ése es el sentido de la cruz.
El que odia no está sólo contra el amor, sino también contra la verdad. Odiar impide ver la realidad que nos rodea y la otra realidad, la inmaterial, la que nos hace saber que todos somos hermanos.
Cuando venga a tu tierra un hombre para hablarte de esperanza, de justicia, de paz..., no lo rechaces. Acéptalo en tu casa como quisieras que se te aceptara a ti y escúchalo. Tal vez en sus palabras encuentres la respuesta a lo que siempre estuviste buscando.
- No sabía que fueras tan buena persona. Me dijeron que no me fiara de ti, - dijo uno a otro.
Y el otro respondió: - Si hubieras esperado a conocerme para opinar sobre mí, habría sido mejor para los dos.
Si en los asuntos del amor obedeces ciegamente a tus instintos, si te dejas llevar por tus impulsos irracionales, serás muy macho, pero no serás muy hombre.
No hay objetivo por imposible que parezca que el ser humano no pueda alcanzar si se lo propone y dedica a ello su esfuerzo y su ilusión. El cielo no es una utopía y las estrellas están cercanas para los espíritus que se atreven a soñar y a trabajar para cumplir sus sueños.
Lo que se goza sin haberlo conseguido con nuestro esfuerzo, ni se aprecia ni se agradece.
A veces la torpeza es más dañina que la maldad. Sobre todo si el torpe tiene poder y se cree inteligente.
Contestar con razonamientos a los que te calumnian es una forma bastante inútil de perder el tiempo. Porque quien calumnia no busca la verdad, sino hacer daño.
Si tus palabras pueden hacer sufrir a alguien, es mejor que te mantengas callado.
Algunas veces nos deslumbra tanto el exterior de una mujer hermosa que no reparamos en la belleza suprema de su corazón.
Por ser joven se te perdonan demasiadas cosas: la borrachera de los fines de semana, el tonteo de probar las drogas para ver lo que se siente, la gamberrada sin gracia, la relación sexual atolondrada y como por deporte, trasnochar, gastar, exigir, no estudiar, no trabajar... Cuando haya que pedir responsabilidades por tu vida deshecha, las culpas deberán compartirlas contigo los que te animan a disfrutar de todo sin reflexión y los que te dicen que los jóvenes "deben vivir la vida a tope".
Si tú mismo no confías en ti, ¿cómo esperas que los demás lo hagan?
Lucha por lo que crees. Aunque fracases, los dioses estarán contigo. Y tu conciencia te dejará descansar.
Ama siempre y con todas tus fuerzas. Aunque el amor te haga sufrir y el desamor llorar. Porque el recuerdo del amor que sentiste perfumará tu vida eternamente.